Selección de equipos a calibrar

La experiencia indica que no es posible asumir toda la calibración de los equipos disponibles en la empresa, partiendo de cero en la Función Metrológica (FM) de la misma, ni es posible plantear la automatización total de los procesos de metrología debido a que la FM es un medio y no un fin en sí misma para el proceso productivo.

El presupuesto de los equipos que se deben calibrar debe contemplar un periodo de transición para ir asumiendo progresivamente todas las tareas posibles y rentables económicamente en metrología, así como su posible automatización.

Siempre existen equipos que no se podrá calibrar dentro del laboratorio y que se deben sacar fuera del mismo, al mismo tiempo no todos los equipos se pueden llevar al nivel más alto de automatización debido a los costes que ello acarrearía.

El balance entre patrones a calibrar, equipos calibrados y posible automatización de los mismos debe describirse. Además, se debe justificar la inversión en patrones adecuados y calibración interna respecto al coste de calibrar solamente los equipos de forma externa.

El coste es tanto económico, como de tiempo del equipo fuera de la empresa, pérdida de información,… Por tanto se debe evaluar dicho coste con la información suministrada por los responsables de las áreas implicadas de la empresa.

Para saber si la inversión en un patrón y/o automatización del proceso es rentable se debe evaluar el número mínimo de equipos a calibrar internamente que equilibra la balanza.

Una primera aproximación a este cálculo se expresa en el siguiente ejemplo, que para un equipo cualquiera sería:

Teniendo en cuenta que la amortización de los patrones se realiza en un número de años determinado, el coste por mantenimiento del patrón para la calibración de dicho equipo sería:

X1 = (amortización anual + certificación anual) · % Cuota de participación en calibración sobre el equipo de medida frente al trabajo total con los demás equipos.

El coste anual externo de un equipo en un laboratorio acreditado supone:

X2 = calibración + certificado + gestión (portes, administrativos,…)

El coste de la calibración interna del equipo con el patrón sería:

X3 = (precio estimado por hora técnico · número de horas)

El número mínimo de equipos (N) que equilibra la balanza de costes externos e internos sería:

N · X2 = N · (X3 +(X1 /N))                                               

Despejando N:

 N = X1 / (X2 – X3)                                                   

Es decir, la balanza de costes (inversión en patrones + calibración interna frente a calibración externa) se equilibra si se calibran N equipos al año de estas características.

Esta ecuación tiene un límite inferior que es cuando X3 ≥ X2 que indica que no sería rentable nunca al ser mayor el coste interno de calibración que el coste externo.

La variable automatización implicaría unos costes dependiendo del nivel al que se pretende llegar. Al mismo tiempo que el coste de la calibración interna disminuye al tener menos tiempo de proceso humano.

En este caso la fórmula final sería la misma pero se tiene que replantear el cálculo de X3. El coste del mantenimiento del patrón así como su amortización variarán en función del nivel de automatización que tenga.

¿ Por qué calibrar los instrumentos de medida?

La palabra tolerancia se asume en el lenguaje común como la direfencia que se admite para determinar si algo se encuentra dentro de la norma con la que se compara.

Si hablamos de productos que salen de una fabricación, la tolerancia sería la variabilidad admitida para asumir que un producto se ajusta o no al plano de fabricación o la especificación determinada.

Para comprobar que los productos se ajustan a las tolerancias marcadas en el plano o especificaciones de fabricación, y por lo tanto que cumplen con los requisitos para los cuales se proyectan, utilizamos los equipos de medida que nos permiten comparar los elementos fabricados con dichas especificaciones.

Es decir, tomamos decisiones en función de las medidas que nos ofrecen los instrumentos de medida. ¿ Pero que ocurre si el instrumento no da medidas fiables?

  • Cualquier instrumento de medida procede también de una fabricación y por lo tanto cada una de sus partes está sujeta a una variabilidad. Esto implica que dos instrumentos iguales pueden tener comportamiento diferente a la hora de dar resultados de medida.
  • Con el tiempo, las distintas partes de un instrumento de medida pueden cambiar de especificaciones por envejecimiento de los materiales o desgastes.

Estas y otras causas provocan que los intrumentos estén sujetos a una variabilidad en su comportamiento, que en metrología se denomina Incertidumbre de medida, la cual debemos conocer para poder utilizarlo.

Para poder determinar la Incertidumbre de medida de un equipo se utiliza la calibración que se puede realizar en la propia empresa, si se disponen de los patrones de medida adecuados, o se realiza en los laboratorios acreditados para dicho fin.