D. Leonardo Villena Pardo

El perfil humanista de una persona excepcional como Leonardo Villena Pardo se puede percibir leyendo algunas notas del libro homenaje que sus amigos y compañeros de profesión le dedicaron en su 75 aniversario (1992). Donde escribió:

» Mis vivencias transcendentes (incluyendo alguna sanación milagrosa, en mis propias barbas de racionalista incrédulo) me sugieren que Dios no es solo el origen de la Materia, la Energía y las Leyes Universales (del big-bang), sino, también, el origen del Amor, sin el que la vida no tendría sentido. El hombre que no recibe materia, muere. Pero también muere el que no recibe amor».

 

El perfil profesional de un Físico y Metrólogo brillante exigiría un tratado más extenso que esta entrada del blog. El próximo día 15 de mayo se cumple el 95 aniversario del nacimiento del que considero uno de los padres de la metrología moderna en España y me gustaría con esta reseña hacer un homenaje a su persona.

Leonardo Villena, participó en los más importantes foros de conocimiento de la época, transmitiendo con acierto las líneas técnicas que se estaban consolidando en Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Y que históricamente ha desembocado en la infraestructura actual del Sistema de Calidad en España.

Le debemos buena parte del prestigio que tuvimos en dichos foros metrológicos internacionales, su capacidad para aglutinar sinergias de las más diversas personas e instituciones para que cada uno aportase lo mejor y que España fuese respetado como miembro consultivo en dichos foros.

4 comentarios en “D. Leonardo Villena Pardo

  1. Leonardo Villena es excepcional y único, me uno a tu homenaje y celebro haber compartido con él y contigo inolvidables momentos de creación armoniosa en torno a la metrología, la calidad y la amistad.

    • Pienso que cuando comienzas algo, como este blog, hay que empezar siendo agradecido con aquellas personas que como en tu caso me han aportado tanto y de las cuales tengo la suerte que me hayan confiado además su amistad… gracias.

  2. Conocí a Leonardo Villena cuando allá al principio de los 80 me incorporé al Comité de Metrología de la AECC. Fueron unos años de intensa actividad para inculcar la mentalidad y la cultura metrológica. Por cambios dentro de la empresa dejé ese Comité, no pudiendo asistir ya más que de forma esporádica por residir en Bilbao.
    Cuando fui destinado a Valladolid, volví a encontrarlo con los Amigos de los Castillos y, aunque más años que a todos nos hacen mella, él seguía con esa vitalidad que le caracteriza.
    Dentro de tres días será su cumpleaños. Quiero felicitarle por ello y agradecerle su labor de la que muchos hemos aprendido, tanto en la Metrología como en la castellología.

    • Recuerdo una reunión que mantuvimos en el Centro de Seguimiento de Satélites en Buitrago de Lozoya, y que posteriormente fuimos ha realizar una visita cultural al Castillo de Buitrago… pues Leonardo no se conformaba con explicarnos que era un Castillo construido en el siglo XV sobre un asentamiento defensivo musulmán del siglo XI.

      Leonardo nos situó delante de la torre de acceso al recinto amurallado y nos dijo que nos pusiésemos la cartera que llevábamos (con la documentación para la reunión anterior) como si fuese un escudo… y después nos dijo » ¡ Señores, ataquemos ahora el Castillo!»… en grupo bien disciplinado pero con el aspecto pacífico que te da la corbata y el traje de chaqueta (y ante la perplejidad de los lugareños) nos dirigimos a la puerta de acceso en el lateral derecho de esa torre avanzada (el acceso tiene forma de recodo dentro de la torre), y nos iba explicando por ejemplo que la situación de la puerta en el lateral se debía a la dificultad de atacar (frenaba a la caballería y dejaba al descubierto el flanco derecho de la infantería… por lo que obligaba a proteger la parte derecha con el escudo que se llevaba generalmente en la izquierda dificultando el uso del brazo derecho) mientras desde una posición ventajosa se defendía esa puerta desde la muralla… cuando terminamos la visita con todo lujo de detalles explicados, todos estuvimos de acuerdo que había sido la experiencia más alucinante durante la visita a un castillo de los que estábamos allí. Si no recuerdo mal, Leonardo tenía en aquel momento 82 años.

      Gracias por tu comentario Gerardo.

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